El Señor Jesucristo demostró su amor por nosotros

El Señor Jesucristo demostró su amor por nosotros y nos dio la promesa que después de la muerte, vendrá un tiempo de felicidad. Él tiene el poder de levantarnos aún de regresarnos antes de pasar el velo.
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En el libro “La vida Sempiterna” Volumen 1 - de Duane S. Crowther, leemos los siguientes relatos a cerca del poder que el Señor Jesucristo ejerció sobre la muerte:
    Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad.
Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.
Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron.
Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate.
Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre.
Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y Dios ha visitado a su pueblo.
Y se extendió la fama de él por toda Judea, y por toda la región de alrededor.¡
Qué emoción deben haber sentido las agitadas multitudes cuando oyeron al joven describir su visita al otro lado del velo!
Varios meses después, a 35 kilómetros de allí, Jesús nuevamente demostró su poder sobre la muerte al reclamar el espíritu de la hija de Jairo, un líder Judío:
Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa;
 Porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. Y mientras se iba, la multitud le oprimía..
Estaba hablando aún, cuando vino uno de la casa del principal de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro.
Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas, cree solamente, y será salva.
Entrando en la casa, no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan, y al padre y a la madre de la niña.
Y lloraban todos y hacían lamentación por ella. Pero El dijo: No lloréis; no está muerta, sino duerme.
Y se burlaban de él sabiendo que estaba muerta.
Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate.
Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diese de comer. Referencia “La vida Sempiterna” Volumen 1 - de Duane S.Crowther - pág No. 8-9.
Una vez más encontramos que los ángeles nos ayudan a entender la vida de Cristo, y nos ayudan a ganar un testimonio del porque estamos aquí y sobre todo la función de llevar a cabo la resurrección de los muertos.
En el siguiente relato de Nefi ve en una visión el espíritu de Dios y su Condescendencia.

·         Nefi Cáp. No. 11: 26-28
26 Y el ángel me dijo de nuevo: ¡Mira, y ve la condescendencia de Dios!
27 Y miré, y vi al Redentor del mundo, de quien mi padre había hablado, y vi también al profeta que habría de preparar la vía delante de él. Y el Cordero de Dios se adelantó y fue bautizado por él; y después que fue bautizado, vi abrirse los cielos, y al Espíritu Santo descender del cielo y reposar sobre él en forma de paloma.
28 Y vi que salió, ejerciendo su ministerio entre el pueblo con poder y gran gloria; y se reunían las multitudes para escucharlo; y vi que lo echaron de entre ellos. Referencia Libro de Mormon – Primer Libro de Nefi Cáp. No. 11: 26-28

Pregunto; Tienes miedo a la muerte?

Para muchas personas la muerte forma parte de la vida, dicho de otra manera, es el complemento del Gran Plan de Salvación del Señor, representa un acto especialmente importante para regresar a la presencia de Dios el Eterno Padre; la muerte abre la puerta para participar en el Paraíso o en la Prisión de los Espíritus. Si no es así; entonces, tal como lo dice Pablo, comamos y bebamos porque mañana moriremos.

Si eres cristianos confía en Jesús, el dio su vida por nosotros para que alcancemos la vida eterna y tengamos en este tiempo participación en el Plan de Redención o Plan de Felicidad al cumplir con sus estatutos. Jesucristo nos abastece con su misericordia para hacernos felices y, esperar el día de la resurrección.

Entonces, porque debo de temer a la Muerte, si es parte del proceso para cumplir con ese gran plan. En el versículo 7, capítulo 12 de Eclesiastés o el Predicador, encontramos la siguiente enseñanza: en la vida Pre terrenal (1) vivíamos con el Padre, venimos a la tierra (2)para obtener un cuerpo con el cual seríamos probados, conoceríamos la muerte (3) para regresar a la presencia del Nuestro Padre Celestial y vivir con El.
·         Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;

y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios, quien lo dio.

13 El fin de todo este asunto que has oído es este: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre.

14 Porque Dios traerá toda obra a juicio, junto con toda cosa oculta, buena o mala.
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Como son los Ángeles:
·         Hay dos clases de seres celestiales llamados ángeles: los que son solamente espíritus y los que tienen un cuerpo de carne y huesos.

Los ángeles que son solo espíritus son aquellos seres que todavía no han obtenido un cuerpo de carne y huesos, o los que una vez lo tuvieron pero han muerto y esperan la resurrección. Los ángeles que poseen un cuerpo de carne y huesos son los que han resucitado de entre los muertos o han sido trasladados. Referencia Guía para el estudio de las Escrituras LDS, (biblioteca) pág..58

·       Alma 24:14 Y el gran Dios ha tenido misericordia de nosotros, y nos ha dado a conocer estas cosas para que no perezcamos; sí, nos ha dado a conocer estas cosas anticipadamente, porque él ama nuestras a almas así como ama a nuestros hijos; por consiguiente, en su misericordia nos visita por medio de sus ángeles, para que el  plan de salvación nos sea dado a conocer, tanto a nosotros como a las generaciones futuras. Referencia – Libro de Mormón pág. No.322

  • Jacob vio ángeles de Dios que subían y descendían por una escalera: Referencia Antiguo Testamento Génesis 28:10-12.
ü  10 Y salió Jacob de Beerseba y se fue a Harán;
ü   11 y llegó a cierto lugar y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y las puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar.
ü   12 Y soñó, y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, cuyo extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella.

  • Un ángel tocó al profeta Elías y le dijo: Levántate, come: Referencia Antiguo Testamento 1 Reyes. 19:5–7. 
ü  Y se acostó debajo del enebro y se quedó dormido, y he aquí, un ángel le tocó y le dijo: Levántate, come.
Entonces él miró, y he aquí que a su cabecera había una torta cocida sobre las brasas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a recostarse.
ü   Y volvió el ángel de Jehová por segunda vez, y le tocó, diciendo: Levántate, come, porque el camino que te resta es demasiado largo para ti.

En el libro de “La muerte: un amanecer” de Elisabeth Kübler-Ross, encontramos la siguiente confirmación:
La experiencia de la muerte es casi idéntica a la del nacimiento. Es un nacimiento a otra existencia que puede ser probada de manera muy sencilla. Pag. No. 6

En el siguiente párrafo del Libro La muerte: un amanecer” de Elisabeth Kübler-Ross, encontramos el siguiente relato

Lo que la Iglesia (General) enseña a los niños pequeños sobre su ángel guardián está basado en estos hechos, ya que está probado que cada ser viene acompañado por seres espirituales desde su nacimiento hasta su muerte. Cada hombre tiene tales guías, lo creáis o no, y el que seáis judío, católico o no tengáis religión no tiene ninguna importancia. Pues este amor es incondicional y es por eso que cada hombre recibe el regalo de un guía. Mis niños pequeños los llaman «compañeros de juego» y desde muy temprano hablan con ellos y son perfectamente conscientes de su presencia.

Luego van al colegio y sus padres les dicen: «Ahora ya eres mayor, ya vas al colegio. No hay que jugar más a esas chiquilladas. » Así se olvida uno que se tiene «compañeros de juego» hasta que se llega al lecho de muerte.

De este modo ocurrió con una anciana que al morir me dijo: « Ahí está de nuevo.» Y sabiendo yo de lo que ella hablaba, le pedí que me participara lo que acababa de vivir: «¿ Sabe usted?, cuando yo era pequeña, él siempre estaba conmigo, pero lo había olvidado completamente.» Al día siguiente moría contenta de saber que alguien que la había querido mucho la esperaba de nuevo. Referencia Libro La muerte: un amanecer” de Elisabeth Kübler-Ross, pág. No 9

He meditado mucho por lo que estoy escribiendo, pero hay muchos espíritus especiales que viven con nosotros y llevan una vida muy cargada de amor para sus semejantes; probablemente habrán muchos de los que están leyendo que no crean lo que expreso, pero es verdad. Esto es lo que me obliga a buscar las razones.

En el siguiente mensaje, el Presidente Russell M. Nelson nos aclara más acerca de La Muerte, en el mensaje “Las Puertas de La Muerte”, del cual solo compartiré los dos primeros párrafos:

El regreso a nuestro hogar celestial nos exige pasar a través-no alrededor- de las puertas de la muerte. Nacimos para morir, y morimos para vivir.”
Esta mañana, el élder Boyd K. Packer habló de las “Fuentes de vida”; ahora, yo deseo hablar de las “puertas de la muerte”. Ambos son elementos cruciales de la vida.

Hace poco, en el funeral de un amigo, estuve con dos hermanos, ambos distinguidos colegas míos en cirugía, cuyas compañeras habían muerto. Los dos dijeron que estaban pasando por el período más difícil de su vida, tratando de adaptarse a la pérdida de su cónyuge. Estos buenos hombres me dijeron que una vez por semana se preparan el desayuno el uno al otro -y alternan la tarea con su hermana- para disminuir un poco la soledad que les han impuesto las puertas de la muerte.

La muerte separa “el espíritu y el cuerpo” que “son el alma del hombre” (D. y C. 88:15). Esa separación causa dolor y shock a los que quedan. El dolor es real; sólo su intensidad varía; algunas puertas son más pesadas que otras; el sentido de tragedia debe de estar relacionado con la edad, puesto que cuanto más joven sea la víctima, mayor será el dolor. Y aun así, cuando un anciano o un enfermo recibe el misericordioso alivio, pocas veces sus seres queridos están preparados. La única vida que satisface los anhelos del corazón humano es la vida sempiterna.
 Referencia Russell M. Nelson, Of the Quorum of the Twelve Apostles Las Puertas de la Muerte, Conferencia Abril 1992; Liahona Julio de 1992, pág, No. 80.
https://www.lds.org/general-conference/1992/04/doors-of-death?lang=spa



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