DIOS UNE, NO DIVIDE
Líderes de las tres
religiones de Tierra Santa llaman a la paz.
Managua, Nicaragua; Rabinos, imanes y obispos de Palestina e Israel se
reúnen en España por vez primera
Madrid 16 NOV
2016 - 20:49 CET
Líderes religiosos judíos, musulmanes y cristianos de Tierra Santa, este miércoles. (MORELL EF |
"Reconocemos la santidad de esta tierra para
las tres religiones. [...] La violencia que se ejerce en el nombre de Dios es
una profanación de Su nombre, un crimen contra aquellos creados a Su imagen y
un envilecimiento de la fe. [...] Reclamamos una solución que reconozca el
derecho de ambos pueblos a existir con dignidad". Los líderes de las
principales confesiones religiosas de Israel y Palestina —desde
el rabino jefe askenazi de Israel, David Lau, a Mahmud Habbash, juez supremo de
los tribunales islámicos de Palestina, o el arzobispo Shomaly, del Patriarcado
Latino de Jerusalén, entre más de una veintena de personalidades— suscribieron
ayer una declaración en la que deslegitiman el uso de la violencia y llaman a
los líderes israelíes y palestinos a buscar una solución pacífica.
El rabino
Melchior, ex viceministro de Exteriores, no dudó en calificar de “milagro” la
reunión que durante tres días celebraron en Alicante y Madrid los
representantes de las tres religiones monoteístas que desde hace siglos se
disputan a sangre y fuego Jerusalén. “Nosotros no seremos un obstáculo para la
paz, al contrario. No queremos sustituir a los políticos, pero no los vamos a
exonerar de su responsabilidad”, explicó Melchior.
El Ministerio de Exteriores español, anfitrión del
encuentro bajo los auspicios de la Alianza de Civilizaciones de la ONU, no
ocultaba su satisfacción por el éxito de una cumbre sin precedentes que estuvo
a punto de naufragar. Primero, por la dificultad de reunir a los invitados
—tres no pudieron viajar desde Israel y otros recibieron presiones para que no
lo hicieran— y luego por el tono acalorado de las discusiones. “Hay demasiadas
heridas abiertas”, reconoció Shomaly. En un momento en que el proceso político
está bloqueado, los dirigentes religiosos —incluidos algunos jeques procedentes
de Gaza y rabinos de asentamientos de colonos— se comprometieron a trabajar
para que “cese la distorsión de la imagen del vecino” y “educar a las futuras
generaciones en el respeto mutuo”.
La cita tuvo un resultado práctico: a instancias de
sus homólogos musulmanes, los rabinos mediaron para que no se prohíba el
llamamiento a la oración desde las mezquitas de Jerusalén con la excusa de que
produce “contaminación acústica”. La medida ha sido aparcada, en parte gracias
a la oposición de los ultra ortodoxos judíos, que temían que se les impida
anunciar el Shabbat haciendo sonar las sirenas.
Comentarios
Publicar un comentario