Y llegaron al templo...
Managua, Nicaragua
10 de abril de 2017
Pedro Avilés Zapata -
10 de abril de 2017
Pedro Avilés Zapata -
Y llegaron al
templo...
Cuando se sigue al Señor Jesucristo no hay obstáculos que detenga a los Santos; a través de los años se recogen hermosas historias que describen los desafíos que los hermanos fieles tienen para viajar al Templo del Señor.
Realmente los miembros SUD Nicaragua, han sido bendecidos porque el Señor acerca cada año el Templo para realizar las ordenanzas propias y por sus antepasados.
Hace muchos años los Nicaragüenses viajaban también al Templo de Mesa Arizona - USA, luego nos bendijo y nos dio el Templo de Ciudad Guatemala, luego el de San José, Costa Rica; y ahora el de Tegucigalpa, Honduras..que bendición!
Se reconoce que aún no estamos preparados para que el Señor nos bendiga con un templo en Nicaragua, no es nuestro tiempo, y no es cuando nosotros lo querramos, sino que es, a la manera del Señor y a su debido tiempo.
Que historia mas hermosa de hombres como el Presidente Udine Falabella, a quien recordamos con mucho cariño, y lideres que enseñaron el camino a los primeros Santos de Centro América.
HISTORIA DE FE Y SACRIFICIO
Por Udine Falabella
DE LA MISIÓN GUATEMALA—EL SALVADOR
Por Udine Falabella
DE LA MISIÓN GUATEMALA—EL SALVADOR
Por Udine
Falabella
DE LA MISIÓN GUATEMALA—EL SALVADOR
El hermano Udine Falabella, presidente
del Distrito de Guatemala, da las
últimas instrucciones antes de salir.
MESA, Az. tierra pródiga en hermandad, en progreso espiritual, ciudad en que se yergue imponente
un templo del Señor. Las palabras se quedan cortas y la mente estrecha si
queremos definir la grandeza de sus miembros, la paz de sus hogares y el
ambiente que se respira en su ciudad de cuatro estacas y cuarenta barrios.
A
más de cinco mil kilómetros de distancia de un grupo de noventa y cinco
miembros lamanitas, el
sueño
de penetrar al sagrado Templo del Señor o recibir una bendición patriarcal fue
hecho realidad después de vencer un sin número de obstáculos. Los cincuenta
quetzales que representaban el valor del pasaje nunca sonaron tanto en la
mente, corazón y bolsillo de los miembros, como en esta ocasión en que el
verdadero espíritu de sacrificio se hizo sentir en cada paso y en cada acto de
los hermanos que hacían lo imposible para lograr reunirlos.
Vemos aquí a la hermana Laura González de
Echeverría, que tiene 82 años y es la persona de más edad que participó en el viaje
a Mesa. La acompañan su hija y yerno.
Niños
que viajaron cientos de kilómetros; hermanos que vendieron sus radios,
televisores y otros artículos domésticos; jovencitas que dejaron de recibir su
título académico; privaciones en los hogares; angustia en cada rostro; vueltas
aquí y allá para obtener pasaportes y visas con premura; entradas a toda hora a
los consulados y oficinas de migración; rostros desagradables de empleados a
quienes molestaba la insistencia de los hermanos en el trámite de sus papeles;
vacaciones anticipadas; permisos sin goce de sueldo; pérdida de empleos y de
dinero—todos ellos verdaderos actos de heroísmo económico—tipificaron el
espíritu con que se inició la primera y solemne excursión al Templo de Mesa,
Arizona.
Angustia
material y espiritual me embargó durante casi veinte días antes de la
excursión, la cual,
aunque
anunciada un año antes, no encontró eco en el corazón de los miembros y nadie
adelantó su dinero para ver claro el horizonte económico. Con el dinero reunido
de unos pocos excursionistas se envió a México al presidente de la rama número
cuatro de Guatemala, Juan Ramón Fajardo, para que gestionara el paso de los
autobuses por territorio mexicano.
Los hermanos Pérez pertenecen a la gente
indígena de Quetzaltenango. La hermana Pérez luce aquí su traje típico. |
El
16 de octubre, hallándome reunido en el cuarto de la Sociedad de Socorro de la
rama número dos, con los hermanos que pensaban ir al templo, llegaron noticias
desconsoladoras diciendo que era imposible que se extendiera dicho permiso.
Poco después el presidente Hansen informó que la situación se había agravado
porque los autobuses habían cancelado el contrato. Con el corazón lleno de
incertidumbre y un dejo de pena en la mirada comuniqué a los hermanos la ruta
que seguiríamos en el viaje, y los insté a que arreglaran cuanto antes sus
pasaportes pues el viaje era una realidad.
Parte del grupo de 95 miembros que participaron
en la excursión al Templo de Mesa.
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Al
terminar la sesión nos encaminamos a un restaurante con el hermano Guillermo
Ramírez, y después de una desconsoladora conversación y de una promesa de
oración y ayuno, partió para México el 17 por la noche con el propósito de
llevar a Juan Ramón algunos datos que necesitaba o contratar autobuses
mexicanos para realizar el viaje, con la condición de que al llegar a México nos
cablegrafiaría indicando la situación y curso de las gestiones.
El hermano Erwin Afre, presidente de la
rama No. 3 de Guatemala, en compañía de su familia.
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Tras
una semana de espera, sin recibir el cable debido a un error de la oficina
transmisora, llegamos al 24 de octubre, cinco días antes de la fecha fijada, sin
tener esperanza de realizar la excursión. Sin embargo, aquí se insistía en que
todos estuvieran listos; se apartaban lugares, se recibía dinero y se hacía todo
como si fuera realidad el viaje. Por fin, después de una conferencia
radiofónica indicaron que el permiso estaba concedido en un 90%, pues todavía tenía
que tramitarse en Tapachula, México.
Con
esa esperanza, y después de una emotiva reunión de despedida, salimos en dos
autobuses, llevando a una hermana gravemente enferma de erisipela, doce
hermanas de edad avanzada, una anciana de 82 años y un bebé de seis meses. Diez
noches de día, jornadas de cuarenta horas y un sin número de obstáculos y
problemas sellaron la penuria que llevamos en el corazón durante el viaje.
Los hermanos Ordoñez y su hijito de seis
meses, también fueron sellados en el templo. El pequeño Jared fue el
participante más joven de la excursión.
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La
llegada a Mesa representó el justo premio a tanta privación. Hermanos que
verdaderamente viven el evangelio, que tienen luz en la mirada, fueron nuestros
anfitriones que se desvivieron por darnos toda comodidad y hacer de los cuatro
días que estuvimos en Mesa los más placenteros de nuestra vida.
Para
ellos, para el presidente Hansen que nos apoyó y se desvivió por lograr esa
meta que para nosotros es eterna, van nuestros agradecimientos desde el fondo
de nuestros corazones emocionados.
Todo
principio cuesta, y la tarea es ardua; pero cuando ese principio lleva como
meta algo puro y santo, la tarea se convierte en gozo.
Nunca como en este viaje, a través de casi
cuatro años de pertenecer a la Iglesia de Jesucristo, sentí el Espíritu del
Señor guiando y planeando la realización del mismo; y nunca como en ese tiempo
sentí el poder de Satanás tratando de desvirtuar e impedir nuestro santo propósito.
Pero nuevamente el bien triunfó sobre el mal, y la serpiente antigua tuvo que morder
amargamente el polvo de la derrota.
Fuente: Liahona Marzo 1966
Pedro Avilés Zapata - Norelly Learning
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